Descripción
Octubre es el mes en el que esta fruta está en su mayor apogeo de madurez. A la hora de elegir una variedad de uva para comer es aconsejable decantarnos por la negra, ya que su pigmentación le dota de un mayor número de nutrientes fundamentales.
En las uvas negras abundan diversas sustancias de reconocidas propiedades que son beneficiosas para la salud, tales como el resveratrol, antocianos, flavonoides y taninos, responsables del color, aroma y textura caracteristicos de esta frutas y de los que dependen diversas propiedades. La uva negra también es muy valorada por su contenido en fibra, vitamina y minerales siendo notablemente superior a la de la mayoría de las frutas conocidas.
La recolección de la uva se lleva a cabo entre mediados de septiembre y finales de noviembre por lo que las uvas frescas de temporada se pueden degustar durante los meses de otoño y principios de invierno.
Al comprarlas, si agita el racimo suavemente, los granos deben permanecer en su sitio, y si cae alguno, indicara que la uva está demasiado madura. Los racimos deben ser macizos y los frutos firmes, con piel lisa y de color y tamaño uniformes; las variedades negras o rojas no deben presentar ninguna señal verde.
En casa, la uva puede conservarse durante bastante tiempo en perfecto estado si está en su punto justo de madurez y se cuelga con el rabo hacia abajo para que los granos se separen unos de otros y no se toquen. En el frigorífico, se conservan en buenas condiciones hasta quince días. Para que tengan todo su sabor y aroma, conviene sacarlas de la nevera una hora antes de ser consumidas.
En la cocina , aparte de su empleo clásico como fruta fresca, la uva negra se presta a la preparación de conservas, jarabes, gelatinas, postres y platos refinados de carne y caza. Las hojas de esta planta, todavía tiernas, sirven para preparar deliciosas envolturas de carne o arroz que es típico de la cocina griega.
Respecto a las pasas, o uvas secas, hay que ingerirlas en menor cantidad que las frescas, debiendo consumirse también la piel, puesto que al desecarse no se desprende fácilmente, la piel y la pulpa de las pasas poseen mayores propiedades laxantes que las uvas negras frescas.